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Los beneficios de invertir en arte

Galería Vieceli y artista callejero Vincent Bardou

Los beneficios de invertir en arte

Invertir en arte es una práctica cada vez más atractiva para aficionados y profesionales. Tanto si eres un coleccionista apasionado como un inversor que busca diversificar sus inversiones, el arte ofrece multitud de ventajas. En este artículo, analizaremos por qué invertir en arte puede ser una gran idea, abordando tanto los aspectos financieros como los emocionales de este enfoque. También ilustraremos estos beneficios con ejemplos de historias de éxito que han dejado su huella en el mundo del arte.

1. El arte: una inversión financiera lucrativa

1.1 Valoración a largo plazo

Uno de los principales atractivos de invertir en arte es su potencial de revalorización a largo plazo. A diferencia de otras formas de inversión, como las acciones o los bienes raíces, el arte puede aumentar su valor significativamente con el tiempo. Las obras de artistas consagrados, especialmente las de aquellos que han fallecido, tienden a revalorizarse a medida que aumenta su rareza.

Por ejemplo, un cuadro de Jean-Michel Basquiat, adquirido por 19.000 dólares en 1984, fue revendido en 2017 por más de 110 millones de dólares en una subasta. Este tipo de historia de éxito demuestra el potencial del arte como inversión a largo plazo.

1.2 Diversificación de cartera

Invertir en arte también ayuda a diversificar una cartera de inversiones. A diferencia de los mercados financieros, el mercado del arte no está directamente relacionado con las fluctuaciones del mercado de valores, lo que significa que el arte puede ser un refugio seguro en tiempos de inestabilidad económica. De hecho, cuando los mercados financieros están en crisis, los coleccionistas a menudo siguen invirtiendo en obras de arte, considerándolas como activos tangibles con valor intrínseco.

1.3 Beneficios fiscales

En algunos países, las inversiones en arte pueden ofrecer ventajas fiscales interesantes. Por ejemplo, en Francia, la compra de obras de arte puede permitir una reducción del impuesto sobre el patrimonio inmobiliario (IFI). Además, las ganancias de capital obtenidas por la venta de obras de arte pueden beneficiarse de una tributación reducida en determinadas condiciones. Estos incentivos fiscales hacen que la inversión en arte sea aún más atractiva.

2. El arte: una inversión emocional y cultural

2.1 Enriquecimiento personal

Invertir en arte también significa enriquecer tu vida cultural y personal. Cada obra de arte cuenta una historia, transmite una emoción y refleja una visión única del mundo. Como coleccionista, tienes la oportunidad de vivir a diario con piezas que te inspiran, te conmueven o te provocan una reflexión. Este aspecto emocional es inestimable y, a menudo, va más allá de la simple noción de rentabilidad financiera.

2.2 Apoyo a los artistas y a la creación

Invertir en arte significa también apoyar a los artistas y a la creación. Al comprar obras, se contribuye directamente al desarrollo de la carrera de un artista y a la vitalidad del mercado del arte. Para muchos coleccionistas, esta dimensión ética y cultural es tan importante como el aspecto económico.

2.3 Una pasión que se convierte en patrimonio

Para muchos, coleccionar arte es una auténtica pasión que se transmite de generación en generación. Las obras de arte se convierten así en una reliquia familiar, llena de historia y recuerdos. Esta transmisión intergeneracional se considera a menudo un legado precioso, tanto material como emocional.

3. Historias de éxito: Cuando el arte se convierte en un tesoro

Existen muchos ejemplos que ilustran el éxito de invertir en arte. Además del caso de Jean-Michel Basquiat mencionado anteriormente, podemos mencionar el famoso cuadro “Salvator Mundi” atribuido a Leonardo da Vinci. Comprado por solo 1.175 dólares en 1958, fue revendido en 2017 por 450,3 millones de dólares, convirtiéndose en la obra más cara jamás vendida en subasta.

Otro ejemplo es el del artista británico Banksy. Sus obras, que solían venderse a precios asequibles cuando empezó, han visto cómo su valor se disparaba a medida que su fama crecía. En 2020, su cuadro "Show Me the Monet" se vendió por más de 9,8 millones de libras, lo que ilustra el poder de la fama artística en la valoración de las obras.

Conclusión

Invertir en arte tiene muchos beneficios, tanto económicos como emocionales. Es un enfoque que combina pasión, cultura y rentabilidad. Tanto si te atrae la posibilidad de ver cómo tu inversión se revaloriza como si te atrae la idea de vivir rodeado de obras que te inspiren, el arte es una opción de inversión rica y diversificada. Por último, como demuestran muchas historias de éxito, el arte a veces puede ser un tesoro escondido, que ofrece rendimientos excepcionales para quienes tienen buen ojo.

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